Descripción
En la civilización moderna, los conceptos de progreso se confunden con necesidades innecesarias.
En la civilización védica, estos valores eran analizados a partir de la elevación de la conciencia, o trascendencia.
No había interés en el desarrollo económico.
Hoy las personas se vanaglorian por haberse trasladado de las cabañas a los rascacielos, y piensan que eso es progreso.
La civilización védica es muy sabia, pues nos muestra hoy que al mantener un estilo de vida simple seremos capaces de priorizar el uso de nuestro tiempo en busca de la autorrealización y no desperdiciarlo con un cúmulo de valores materiales.
La búsqueda por la autorrealización es un regalo para el ser humano, y vivir en sociedad sin esta búsqueda es perder el verdadero valor humano.
La verdadera civilización debe buscar la trascendencia.